FUENTE: PDT
Todavía conserva su amor por el fútbol desde otra mirada, sin dejar librado al azar ningún detalle en el predio que AFI (Asociación del Fútbol Infantil) posee en barrio La Feria, de cara al campeonato de Liga Dolorense que aún no tiene fecha de inicio.
Daniel Enrique Bustos, más conocido como el "Negro" cariñosamente hablando, rememora su trayectoria futbolística que arrancó en Club Comercio (debutó en primera división a los quince años con "Pirulo" Machuca como entrenador), pasando de cuarta directamente a la máxima categoría, sin pasar el "filtro" de jugar en reserva por aquellos años.
En un partido amistoso que sostuvieron el famoso seleccionado de Liga Dolorense de Fútbol ante su par de Liga Regional de Fútbol San Alberto, un dirigente de River Plate posó sus ojos en él, al tiempo le llegó una carta a su domicilio y logró el tan ansiado sueño de tener una prueba en el conjunto "millonario", exámen que salteó con éxito entre 70 futbolistas.
Fueron dos años disputando torneos de AFA en cuarta y tercera división (1979-1980), hasta que llegó a Talleres con el pase libre (1981), teniendo a Cayetano Rodríguez como entrenador principal.
En el elenco "albiazul" disputó cinco maravillosos años como volante central titular al lado de fenómenos, con técnicos que lo marcaron a fuego a lo largo de toda su carrera: Ángel Labruna, Humberto Maschio, Daniel Willington, Taborda, José Omar Reinaldi, Pedro Marchetta.
Con apenas 26 años y "viendo que no hacía diferencias en lo económico", le solicitó a Amadeo Nuccetelli, por entonces presidente de la institución de barrio Jardín, "irme a Villa Dolores a conseguir trabajo por mi edad".
De regreso a sus pagos, jugó nuevamente en Comercio, pasó por Defensores del Oeste, vistió la camiseta "naranja" del Sportivo Fátima en un Provincial y una lesión en la rodilla lo alejó definitivamente del fútbol, tan arraigado en su corazón desde muy chico.
Bustos aceptó una "charla" extensa con Panorama Deportivo Transerrano para recordar su carrera como futbolista. A continuación, lo más importante de la entrevista:
¿Cuál fue el mejor equipo que integraste y porqué?
"El Talleres de aquella época (1982-1983), venían del 78' Baley, Ocaño, Galván, Oviedo, Valencia, J.J. López, Morete, Guerini. Te aconsejaban y me tenían aprecio con Labruna como D.T. Jugaban muy bien, en los primeros tiempos le jugábamos de igual a igual a cualquiera, pero después se cansaban y los partidos se nos complicaban".
¿Cuál fue el mejor entrenador que tuviste?
"Capaz que haya sido Don Ángel Labruna por todo lo que significaba. Me bancó sin ningún compromiso, incluso me dijo que para él sería más fácil poner a Ártico de cinco que a mí que no tenía roce en primera división".
¿Con qué jugador te entendiste mejor dentro de una cancha?
"Tuve la suerte de jugar con muchos muy buenos jugadores. Héctor Zanni jugaba de 2, de 5, jugaba prácticamente "charlando" y era un fenómeno, La "Urraca" García era chiquito, jugaba de diez, muy inteligente y rápido con la cabeza. Con Julio Contrera jugábamos juntos en Comercio, era grandote, vos se la tirabas, la aguantaba, ponía las manos y no se la podían quitar. Muchos buenos jugadores, Fernando Cortez, un cuatro que pasaba todo el tiempo al ataque".
¿Te quedó alguna cuanta pendiente dentro del fútbol?
"Gracias a Dios me fue bien en lo deportivo, quedé satisfecho cuando me volví a Villa Dolores. Quizás me hubiese gustado soltarme más, acá jugaba muy distinto. En el fútbol profesional no tenés la libertad que tenía acá por compararlo. En todos los años que estuve allá metí un solo gol y acá metía goles siempre porque pateaba más al arco, gambeteaba, me perfilaba, buscaba espacios. Allá estaba muy encasillado en lo que me pedían".
¿Qué diferencias sustanciales encontras entre el fútbol que se jugaba en tu época y el actual?
"Siempre hablamos con algunos "veteranos" de nuestra camada y yo creo que se jugaba mejor antes, mucho más lento porque los equipos acá entrenaban dos veces por día y algunos tres. Hoy en día se corre muchísimo, se juega a otro ritmo pero muy desordenado, la pelota viaja mucho por arriba, se choca mucho producto de que los equipos están bien físicamente. Se juega más rápido pero más impreciso, antes jugábamos más pausado".
Ayudante de Amadeo Raúl Carrizo
"Un "viejo" súper humilde, un capo. Yo me hice, si se quiere no amigo, pero tenía muy buena relación con él porque en ese tiempo estaba en la cuarta de River. Entrenábamos a la mañana y a la tarde me iba a ver cómo entrenaban algunas otras divisiones porque estaba sin hacer más nada que jugar al fútbol".
"Me llegaba a ver cómo entrenaban los arqueros, un día me habló y me preguntó ¿usted está acá en el club?, sí le respondí. ¿Porqué viene a ver?, yo estoy jugando en cuarta, ¿querés venir y me ayudas a patearle a los arqueros?, sí, cómo no le contesté. Así que los días que yo podía a la tarde me iba con él, me enseñó un montón: cómo patear, cómo pararte, a pegarle "tres dedos", con efecto, apuntá del palo, medio metro más afuera, sabía un montón el "viejo"".
"Ponía los arqueros y me decía: tirale a este abajo. Yo era como un ayudante de él, nos hicimos muy amigos, por eso me dolió mucho cuando me enteré que falleció (20 de marzo de 2020). Era una excelente persona, pero sobre todo tenía una humildad bárbara. Yo no tuve la suerte de verlo atajar, solamente por videos".
Ahí anda Daniel Enrique Bustos, de un lado para el otro con sus 59 años a cuestas. Hasta hace un tiempo, era técnico de la primera de AFI, pero además como si fuese poco, marcaba la cancha, acomodaba todo para dejar en impecables condiciones el predio, asistía a las reuniones de Liga Dolorense como delegado de la institución, etc. Todoterreno hasta la actualidad. Como cuando jugaba de número cinco en la década del 80'.
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