Es tucumano de nacimiento, pero villadolorense por adopción desde hace prácticamente ocho años, cuando se instaló en Villa Dolores por una decisión de vida, acompañando a su hijo Gael.
Gustavo Javier Bulacio está en constante movimiento, no detiene su marcha ni un instante, siempre al servicio de la comunidad, predispuesto a colaborar con el prójimo.
Es Licenciado en Kinesiología y Fisioterapia como título de grado, está finalizando su tesis en osteopatía y tiene un sinfín de cursos en traumatología y deporte, vendaje funcional, taping, los dos últimos con los máximos exponentes de la especialidad como Toni Dipietro (kinesiólogo de Los Pumas), Luis García (kinesiólogo de la selección argentina de fútbol) y Juan Muro Zabaleta (kinesiólogo del Real Madrid y la selección española).
Conocemos en profundidad a Gustavo Bulacio, en una charla imperdible con Panorama Deportivo Transerrano:
¿Cómo surgió tu interés, tu dedicación por estudiar kinesiología y fisioterapia?
"Desde los quince años sabía que quería ser lo que soy. Conocí la kinesiología por un tema familiar y desde ese momento, trabajé para conseguirlo".
"Mis padres fueron pilares fundamentales para hacerlo. No es frecuente que alguien de Tucumán salga a estudiar afuera. Todas las carreras están allá, fue una época compleja y la opción que tenía era venir a Córdoba".
"Soy un hijo de la Universidad Nacional de Córdoba. Eso me dió una visión diferente de las cosas en todo sentido, por eso defiendo la educación pública".
¿Qué significa tu profesión en la vida cotidiana?
"La kinesiología y la osteopatía es un modo de vida, una actitud de servicio, es mirar al otro desde la ayuda, tender esa mano cuando pierde un estado de salud o simplemente mejorar su rendimiento. Además, es una mirada crítica permanente de mi rol, en base a eso superar el conocimiento constante".
¿Cómo surge la especialización en el deporte?
"Siempre soy crítico, ello me lleva a buscar más herramientas desde lo académico. La kinesiología va en franco crecimiento desde lo deportivo. Somos cada vez más esenciales en un equipo, no sólo desde la rehabilitación. Esto tiene mucho de investigación y aplicación en lo profesional y lo amateur".
"Actualmente con el laboratorio de movimiento puedo tener otros parámetros para desarrollar calidad profesional de todas las disciplinas".
¿Cómo crees que la sociedad, en el mundo del deporte, ve al rol del kinesiólogo?
"En la región, hoy tenemos otra mirada hacia el rol kinésico. Se basa en mostrar lo que podemos aportar, un trabajo que lleva varios años, creo que es resultado de la especialización constante, de acompañar el crecimiento de cada deportista."
"Llegan con alguna lesión y vuelven en su máxima plenitud. Ser motivo de consulta de entrenadores y profes es el resultado de ese trabajo".
¿Qué importancia le atribuís a la actualización permanente y al perfeccionamiento?
"La actualización es la esencia para crecer, abre las puertas en todo sentido. Si tenés la capacidad de cuestionar todo, podés investigar, todo eso termina en seguir formándose. La kinesiología y osteopatía evolucionan constantemente".
¿Qué métodos nuevos han surgido para un mejor rendimiento del deportista?
"Métodos y técnicas son muchas. Todas tienen limitaciones, pero el saber cuál va en cada tipo de pacientes es un arte. La más reciente es MEP (microelectrolisis percutánea), es lo que está en boga junto al taping y vendaje funcional".
"MEP es lo reciente en mi consultorio. El proceso de recuperación de tendinopatías es más rápida que los métodos convencionales. Lo más cercano a Villa Dolores para hacer esa terapia está a 180 kilómetros".
¿Qué recomendaciones o sugerencias le darías a los deportistas como cuidados físicos en estos tiempos de aislamiento?
"El deportista hoy se ve limitado, tiene su metabolismo acostumbrado a la intensidad. Hoy, el aislamiento lleva a un desafío mayor que es la cabeza. La comunicación es clave. La actividad física en aislamiento debe ser controlada, ya que no tiene el espacio habitual. Debe ser de mantenimiento y no de desarrollo. Pequeños circuitos y de bajo impacto (saltos)".
"Hoy, las redes sociales están plagadas de actividades, pero veo mucho impacto que predispone a lesiones por estrés mecánico. Desde mi lugar, estoy orientando a muchos deportistas, no tanto en la actividad física, pero sí en las dosis de sus rutinas".
¿Tenés contacto permanente, diálogo fluído con personal de salud, colegas, con respecto a la prevención del deportista?
"Con los entrenadores, la comunicación es constante, un ida y vuelta permanente. Con los médicos, salvo alguna urgencia, están abocados a la pandemia. Los colegas siempre son motivo de consulta, sobre todo ahora que la telemedicina resulta un desafío para todos".
¿De qué se trata este nuevo proyecto, emprendimiento que es el Centro Kine? ¿Qué les ofrece a los habitantes de nuestra región?
"Centro Kine arrancó en diciembre pasado y es el resultado de mucho trabajo previo. Hoy la región tiene un espacio modelo, siempre con toda la humildad, pero sé lo que representa. El centro de rehabilitación cuenta con toda la aparatología de última generación, métodos de evaluación en cada proceso de recuperación, orientado a la traumatología y deporte de alto rendimiento".
"Área de yoga kinésico, área de dermatofuncional y estética, osteopatía, MEP y el laboratorio de movimiento que cuenta con la confección de plantillas ortopédicas computarizadas y personalizadas. Es un centro que trata a los pacientes en serio y no en serie. Estoy muy orgulloso".
Hincha de San Martín de Tucumán, Club Comercio y River "desde la cuna", es fuente de consulta de jóvenes con proyección a futuro en el deporte transerrano. También diserta en seminarios y talleres en la Universidad Nacional de Córdoba y San Luis. Está en permanente evolución, como su profesión. Gustavo Bulacio es un profesional con todas las letras. La empatía es una virtud que llevará consigo hasta el último día de su existencia.
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