lunes, 15 de abril de 2019

Artillería pesada

Con los cuatro tantos frente a AFI, Ricardo Pérez se convirtió en el máximo goleador en la historia de Liga Dolorense de Fútbol. Repasá toda su carrera, con números, en PDT.


FUENTE: PDT - GUILLERMO SAPPIA

Tiene el arco entre ceja y ceja, no le podés dar medio centímetro de ventaja porque la vas a buscar al fondo de la red, goleador de raza, oportunista, incisivo, olfato, sentido de la ubicación para estar en el momento justo, en el lugar indicado.

Todas estas virtudes y cualidades ha exhibido a lo largo de su extensa carrera Ricardo Martín Pérez, más conocido como "Cocolo", que este domingo entró en la historia grande del fútbol de Liga Dolorense, tras superar la barrera de los 203 goles que ostentaba Gabriel Peral, otro romperredes del fútbol local.

Los cuatro goles que le convirtió a AFI lo catapultaron a la cifra de 207 conversiones en los torneos oficiales, sin contar certámenes provinciales de Federación Cordobesa de Fútbol, a nivel clubes o selecciones, o los torneos organizados por el Consejo Federal de AFA.

"Cocolo" inició su camino con la "redonda" en la escuelita de fútbol de AFI (Asociación del Fútbol Infantil), equipo con el que realizó su debut en primera división un 5 de agosto del año 2001, con tan sólo 17 años de edad, en cancha de Sarmiento, ingresando en el complemento en lugar de Nelson Baigorria, siendo Jorge Carranza el entrenador que vió nacer al futuro goleador de Traslasierra.

San Martín de Villa de Merlo, Pringles (Santa Rosa, San Luis), Comercio (en varias etapas), Atlético Las Rosas (Provincial 2014), Obras Sanitarias (Mina Clavero), Independiente (San Javier), Juventud Unida (Sauce Arriba) y Olayon (Cruz del Eje) (Federal C) fueron los clubes que disfrutaron los goles del gran número nueve, sinónimo de gol juegue con la camiseta que juegue, tanto a nivel local, como provincial y hasta nacional.

Con 35 años, todavía mantiene su vigencia intacta para seguir rompiendo redes en donde le toque la dicha de jugar al fútbol. Goles son amores, y vaya si lo sabe el gigante Pérez.


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